Querido Octubre:
Otra vez estas a punto de marcharte, con esa rapidez que te caracteriza, viniste a mi vida de nuevo, como lo haces cada año y en un abrir y cerrar de ojos estas a punto de emprender tu viaje, ¿sabes?, me puse a pensar y comencé a recordar las ultimas veces que pasamos juntos.
¿Recuerdas cómo contigo los ciclos se cerraban?, yo sí, aun recuerdo que contigo los tiempos y las decisiones eran tan difíciles, recuerdo también que contigo las esperanzas se marchitaban al igual que las flores en pleno otoño.
¿Recuerdas cómo nos poníamos a pensar sobre lo que era el amor y su significado?, yo sí, y que después de mucho pensar y pensar, llegábamos a la conclusión de que no había conclusión y que el amor seguiría siendo uno de los aspectos más incomprensibles de la vida y que si se llegase a comprender no sería contigo.
¿Recuerdas cómo hacíamos memoria tratando de adivinar que fue lo que hice mal?, yo sí, y me acuerdo muy bien que nunca supiste decirme que era lo que yo hacia mal, porque tal vez nos pasábamos toda la tarde haciendo la pregunta incorrecta.
¿Recuerdas cómo pasábamos todo la noche escuchando “October Nights” y que nunca nos hartábamos?, yo sí, tal vez, ese era nuestro único distractor para no pensar las cosas tan duramente.
Antes de que te vayas, quiero agradecerte, por que en esta ocasión no nos pusimos a reflexionar sobre la vida ni sus significados, tampoco nos pusimos a meditar que fue lo que hicimos mal, mucho menos malgastamos horas escuchando october nights y por irónico que suene, cuanto menos preguntamos, más se nos respondio.
Me alegra que en esta ocasión no cerramos ciclos ni puertas, no desechamos esperanzas ni asesinamos sentimientos, fuimos participes de las mismísimas, extrañas, momentáneas, aleatorias e inverosímiles circunstancias de la vida las cuales nos dirigieron a una surrealista nebulosa llena de dicha, felicidad y amor.
Cuídate mucho Octubre y recuerda que este año te marchas de nuevo, como cada año, pero en esta ocasión con muchas más respuestas que preguntas, y que muchas de nuestras dudas y nuestros miedos han muerto y que nunca, pero nunca, volverán a perseguirte ni atormentarte, estate tranquilo que yo ya lo estoy.
Sinceramente
Miguel Araiza.
P.D. Y recuerda que de ahora en adelante nuestros encuentros serán muy diferentes.
Otra vez estas a punto de marcharte, con esa rapidez que te caracteriza, viniste a mi vida de nuevo, como lo haces cada año y en un abrir y cerrar de ojos estas a punto de emprender tu viaje, ¿sabes?, me puse a pensar y comencé a recordar las ultimas veces que pasamos juntos.
¿Recuerdas cómo contigo los ciclos se cerraban?, yo sí, aun recuerdo que contigo los tiempos y las decisiones eran tan difíciles, recuerdo también que contigo las esperanzas se marchitaban al igual que las flores en pleno otoño.
¿Recuerdas cómo nos poníamos a pensar sobre lo que era el amor y su significado?, yo sí, y que después de mucho pensar y pensar, llegábamos a la conclusión de que no había conclusión y que el amor seguiría siendo uno de los aspectos más incomprensibles de la vida y que si se llegase a comprender no sería contigo.
¿Recuerdas cómo hacíamos memoria tratando de adivinar que fue lo que hice mal?, yo sí, y me acuerdo muy bien que nunca supiste decirme que era lo que yo hacia mal, porque tal vez nos pasábamos toda la tarde haciendo la pregunta incorrecta.
¿Recuerdas cómo pasábamos todo la noche escuchando “October Nights” y que nunca nos hartábamos?, yo sí, tal vez, ese era nuestro único distractor para no pensar las cosas tan duramente.
Antes de que te vayas, quiero agradecerte, por que en esta ocasión no nos pusimos a reflexionar sobre la vida ni sus significados, tampoco nos pusimos a meditar que fue lo que hicimos mal, mucho menos malgastamos horas escuchando october nights y por irónico que suene, cuanto menos preguntamos, más se nos respondio.
Me alegra que en esta ocasión no cerramos ciclos ni puertas, no desechamos esperanzas ni asesinamos sentimientos, fuimos participes de las mismísimas, extrañas, momentáneas, aleatorias e inverosímiles circunstancias de la vida las cuales nos dirigieron a una surrealista nebulosa llena de dicha, felicidad y amor.
Cuídate mucho Octubre y recuerda que este año te marchas de nuevo, como cada año, pero en esta ocasión con muchas más respuestas que preguntas, y que muchas de nuestras dudas y nuestros miedos han muerto y que nunca, pero nunca, volverán a perseguirte ni atormentarte, estate tranquilo que yo ya lo estoy.
Sinceramente
Miguel Araiza.
P.D. Y recuerda que de ahora en adelante nuestros encuentros serán muy diferentes.